Tu primera sesión de terapia online: 10 claves para aprovecharla al máximo

Última actualización:
2025-10-16

Tu primera sesión de terapia online: 10 claves para aprovecharla al máximo

Tabla de contenidos

Prepararte emocionalmente: aceptar que estás dando un paso valiente

Antes de la primera sesión online, es importante reconocer que buscar ayuda es un acto de valentía, no de debilidad. Quizás te preguntes: ¿estaré exagerando? ¿servirá para mí? Estas dudas son comunes. Lo que importa es que ya diste el primer paso al decidir agendar una cita. Tener conciencia de tus expectativas, tus miedos y tus motivaciones te ayudará a entrar con una actitud más abierta.

Tip 1: Reflexiona sobre tus motivos

Pregúntate: ¿qué me trajo hasta aquí? ¿Qué me gustaría cambiar? ¿Qué me molesta o me pesa ahora en mi vida? No necesitas tener todos los objetivos claros, pero tener al menos unas ideas de lo que esperas de la terapia puede servir como brújula para ti y para el terapeuta desde el primer momento.

Tip 2: Define expectativas realistas

La terapia no es una varita mágica que resuelve todo de inmediato. Puedes esperar progreso paulatino, momentos incómodos o reflexiones profundas que toman tiempo. Tener claridad de que no todo será suave te ayuda a manejar la frustración y a seguir con constancia.

Tip 3: Elige un espacio adecuado para la sesión

Para una sesión online efectiva, el entorno importa. Busca un lugar privado, tranquilo, con buena iluminación y sin distracciones. Evita fondos muy recargados. Asegúrate de que nada interrumpa tu concentración. Si vives con alguien más, comunica que necesitarás un tiempo de privacidad.

Tip 4: Verifica tus condiciones técnicas

Match con especialista

Tip 5: Apaga distracciones

Antes de iniciar la sesión, silencia notificaciones del celular, cierra otras aplicaciones o pestañas que no necesites y evita que entren llamadas o alertas que puedan romper el foco. La terapia es un espacio para ti; cuanto menos interrupciones, más productiva será.

Tip 6: Lleva notas o una lista de temas

Pensar en lo que quieres decir con antelación ayuda a no quedarte en blanco. Puedes escribir brevemente lo que te preocupa, tus emociones recientes o preguntas que te gustaría hacer. Tener esa guía en tu mano puede darte seguridad cuando la conversación comience.

Tip 7: Sé honesto contigo mismo y con el terapeuta

Tal vez te de vergüenza hablar de ciertos temas, o sientas que eres juzgado. Pero recuerda: el terapeuta no está allí para criticarte, sino para acompañarte. Compartir pensamientos, emociones e incluso silencios es parte del proceso. La sinceridad permite construir una relación terapéutica efectiva.

Tip 8: Observa tu ritmo corporal y lenguaje no verbal

Aunque estés frente a una pantalla, tu postura, tu respiración y expresiones también hablan. Si te pone nervioso hablar de algo, puedes comentarlo. No tienes que forzarte: pausas, lágrimas, vacilaciones pueden aparecer, y eso está bien. Lo importante es sentir que estás siendo escuchado.

Tip 9: Acepta emociones incómodas

Es probable que en esa primera sesión surjan emociones intensas: tristeza, enojo, ansiedad. Puedes sentirte vulnerable. Eso no es un problema, es parte de que algo importante se está tocando. Permítete sentir y expresar sin juzgarte.

Tip 10: Evalúa cómo te sientes al terminar

Al finalizar la sesión, tómate unos minutos para reflexionar: ¿qué resonó conmigo? ¿Qué me sorprendió? ¿Me sentí escuchado? Estas observaciones te ayudarán a decidir si ese profesional es adecuado para ti o si quieres probar con otra persona. La conexión terapéutica es clave.

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Qué esperar de la primera sesión

En ese primer encuentro, el terapeuta suele explorar tu motivo de consulta, conocerte como persona, evaluar tu historia de vida, tus recursos y retos actuales, y juntos pueden esbozar algunas metas iniciales del proceso terapéutico. También es momento para que tú preguntes, valides dudas y observes si te sientes cómodo con la dinámica. No es raro sentirse algo tenso o inseguro, pero ese espacio es para ti, para que empieces a abrir puertas hacia el cambio.

Errores comunes al iniciar terapia online

Un error frecuente es esperar que el terapeuta solucione todo. La terapia exige participación activa. Otro desacierto es compararte con otros procesos ajenos; cada camino es distinto. También evitar temas difíciles por vergüenza limita el avance. Si notas que percibes resistencia interna, coméntalo: suele ser parte del trabajo.

Cómo elegir el terapeuta ideal

La buena relación terapéutica es fundamental. Fíjate si te sientes escuchado, respetado, libre para expresar. Si algo no encaja después de algunas sesiones, no temas buscar otro profesional que se adapte mejor a ti. La comodidad y la confianza son pilares. En plataformas como SELIA puedes revisar perfiles, enfoques y elegir un terapeuta que conecte contigo.

Antes y después del llamado a la acción


Y si prefieres seguir un camino guiado y estructurado, también puedes revisar los programas especializados que ofrece SELIA para tu bienestar emocional.

Conclusión: tu primer paso importa

Esa primera sesión es como abrir una ventana. No sabes qué aire vendrá, pero con preparación, honestidad y expectativas justas puedes aprovecharla al máximo. No necesitas tener todo resuelto; solo estar dispuesto a empezar. Cada sesión posterior se construye sobre lo que ahí descubres.


Preguntas frecuentes:

¿Qué duración tiene la primera sesión de terapia online?
Generalmente dura entre 45 minutos y una hora, aunque puede variar según el terapeuta o plataforma.

¿Qué pasa si me quedo en blanco o no sé qué decir?
No te preocupes. Es habitual. Puedes mencionar eso mismo al terapeuta: “no sé por dónde empezar” es tan válido como cualquier tema.

Si tú o alguien que conoces está experimentando una emergencia o una crisis y necesita ayuda inmediata, llama a la línea 192 opción 4 (en Colombia) o dirígete a la sala de emergencia más cercana. Encuentra recursos adicionales para crisis.