El juego que lo perdió todo: mi caída y renacer de la ludopatía

Última actualización:
2025-10-16

El juego que lo perdió todo: mi caída y renacer de la ludopatía

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De empresario a adicto: cómo el juego lo consumió

La historia de Álvaro era el sueño caucano hecho realidad: hijo de campesinos, construyó desde cero un negocio de suministros agrícolas que le permitió darle a Estela y sus tres hijos una vida cómoda. Hasta que aceptó esa primera invitación a un “juego casual” de póker.

Al principio eran apuestas pequeñas, solo por diversión. Gané $2 millones esa primera noche y sentí que era invencible“, recuerda. La espiral descendente fue rápida:
✔️ Dejó de atender su negocio para perseguir la emoción del casino
✔️ Vendió maquinaria y terrenos familiares sin consultar
✔️ Inventó excusas cada vez más elaboradas para explicar las ausencias y pérdidas de dinero

El punto de quiebre llegó cuando Estela encontró las cuentas vacías y las facturas sin pagar. “Me dijo que eligiera entre el juego o mi familia. Y en mi obsesión, creí que podía ganar lo suficiente para recuperarlo todo… antes de que se dieran cuenta“.

El precio de la adicción

En 18 meses, Álvaro perdió:

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Terapia: aprendiendo a vivir sin apuestas

En SELIA, el psicólogo especializado lo ayudó a:

1. Romper el ciclo de la negación

2. Reconstruir su cerebro adicto

3. Reparar lo reparable

El largo camino de vuelta a casa

A un año de terapia, Álvaro:
✓ Trabaja como asesor para pequeños agricultores (le prohibieron manejar dinero)
✓ Asiste a reuniones semanales de Jugadores Anónimos
✓ Logró que su hija menor lo dejara abrazarla de nuevo

Estela aún no confía en mí, y no la culpo“, dice mientras muestra con orgullo su celular sin apps de apuestas. “Pero ahora sé que la verdadera suerte no está en las cartas, sino en tener una segunda oportunidad y no desperdiciarla“.

Lecciones para otros Álvaros

Su historia enseña que:

  1. La ludopatía no es falta de carácter, es una enfermedad tratable
  2. Las pérdidas materiales pueden recuperarse; las relaciones, no siempre
  3. El “gran golpe” que promete la adicción es una mentira que siempre cobra intereses

Si tú o alguien que conoces está experimentando una emergencia o una crisis y necesita ayuda inmediata, llama a la línea 192 opción 4 (en Colombia) o dirígete a la sala de emergencia más cercana. Encuentra recursos adicionales para crisis.