Cómo superar los miedos y fortalecer tu seguridad: 8 técnicas avaladas por la ciencia

Última actualización:
2025-10-16

Cómo superar los miedos y fortalecer tu seguridad: 8 técnicas avaladas por la ciencia

Tabla de contenidos

Un artículo de Infobae, basado en la recopilación de estrategias publicadas en Verywell Mind, recoge ocho herramientas avaladas por la psicología que te permitirán transformar la inseguridad en impulso. ¿Quieres conocer cómo empezar a aplicarlas?

Cultivar la confianza con constancia y entorno

La autoconfianza no es un talento natural que unos tienen y otros no; es una habilidad que se entrena con la repetición y el ambiente adecuado. Según Hannah Owens, trabajadora social clínica, la confianza también impacta en cómo los demás te perciben: cuando proyectas seguridad, los demás te consideran digno de confianza.

Esto significa que no solo trabajas en ti mismo, sino que también influyes en tu entorno. Una rutina de autocuidado, cumplir con pequeños compromisos personales y rodearte de gente que te impulse son ingredientes básicos para que tu confianza crezca como un músculo. Pregúntate: ¿qué hábitos diarios podrían ayudarte a alimentar esa confianza sostenida?

Evitar la comparación social (especialmente en redes)

Owens sugiere moderar el consumo de redes y, en lugar de obsesionarse con lo que hacen los otros, enfocarse en registrar los propios logros. Un diario de gratitud es un recurso simple pero poderoso: escribir tres cosas por las que te sientes agradecido cada día fortalece la percepción de que tu vida tiene valor, logros y sentido.

Match con especialista

Rodearte de apoyo sincero

Nuestro entorno social funciona como un espejo que puede amplificar la confianza o, por el contrario, destruirla. Estar rodeado de personas que constantemente critican, invalidan o subestiman tus capacidades genera inseguridad y miedo al fracaso. Por el contrario, un entorno que celebra tus avances, te respeta y te escucha genuinamente puede ser un gran aliado.

La ciencia ha demostrado que el apoyo social es uno de los factores protectores más fuertes contra la ansiedad y la depresión. Entonces, ¿a quién eliges tener cerca en los momentos donde más dudas de ti mismo?

Cuidar tu cuerpo y tu mente

La conexión entre bienestar físico y confianza es innegable. El ejercicio regular, una alimentación equilibrada, una buena higiene del sueño y prácticas de relajación como la meditación, no solo cuidan tu salud, sino que también mejoran tu autoimagen y reducen el nivel de estrés.

El simple hecho de cumplir con una rutina de autocuidado envía al cerebro un mensaje de autoeficacia: eres capaz de comprometerte contigo mismo. Cada vez que honras ese compromiso, aunque sea con algo pequeño, refuerzas la idea de que puedes confiar en ti.

¿Cuándo fue la última vez que tu rutina diaria fue un acto de amor hacia tu propio bienestar? la integración entre emoción y razón, y empodera para manejar la ruptura como una experiencia de crecimiento, no como una herida sin cicatriz.

Practicar autocompasión y aceptar tus imperfecciones

Muchas personas creen que la autocrítica es una herramienta de mejora, cuando en realidad el exceso de dureza con uno mismo suele generar más inseguridad. En cambio, la autocompasión ha demostrado ser un factor clave para la autoconfianza.

Ser compasivo contigo mismo no significa justificar tus errores, sino reconocerlos sin destruir tu autoestima. Es hablarte como hablarías a un amigo querido: con firmeza, pero también con comprensión y aliento. Owens explica que la autocompasión está directamente relacionada con un mayor bienestar psicológico, menor miedo al fracaso y más resiliencia.

Revisar tu diálogo interno

La voz interior que constantemente repite “no soy capaz” termina creando una realidad. Cambiar ese guion mental es fundamental. Los psicólogos sugieren reemplazar frases absolutas y negativas por afirmaciones más flexibles y alentadoras.

Por ejemplo, en lugar de decir “no puedo”, puedes probar con “voy a intentarlo, aunque me cueste”. Ese pequeño matiz cambia por completo la percepción del reto. Así, poco a poco, el diálogo interno deja de ser un obstáculo y se convierte en tu mayor aliado.

¿Cuántas veces al día escuchas tu voz crítica y cuántas veces tu voz de apoyo? Esa proporción puede ser la clave de tu confianza.

Enfrentar miedos de forma gradual

Superar un miedo no significa enfrentarlo de golpe. La exposición progresiva, técnica avalada por la psicología cognitivo-conductual, demuestra que acercarse poco a poco a lo que temes es más efectivo.

Si hablar en público te genera ansiedad, no tienes que comenzar con un auditorio lleno. Empieza hablando frente a un grupo reducido o incluso practicando en un espejo. Cada paso pequeño suma. El objetivo es entrenar a tu cerebro para descubrir que el miedo no siempre se convierte en catástrofe.

Séneca lo resumió en una frase brillante: “No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas”.

Poner límites, fijar metas realistas y adoptar hábitos de personas confiadas

Parte de la autoconfianza radica en saber decir que no. Aceptar compromisos que te desbordan solo alimenta la sensación de fracaso. Establecer límites claros protege tu energía y tus prioridades.

Además, fijar metas realistas te permite experimentar la satisfacción de lograrlas, lo que se traduce en mayor seguridad. Cada pequeño triunfo suma confianza para intentar algo más desafiante. Y, finalmente, observar e imitar a personas seguras de sí mismas puede darte un mapa práctico de cómo actuar.

¿Conoces a alguien cuya seguridad admires? Obsérvalo: cómo se comunica, cómo pone límites, cómo enfrenta errores. Ese aprendizaje indirecto es otra herramienta que la ciencia respalda como útil para fortalecer la autoconfianza.

La importancia de integrar estas estrategias

Cada una de estas ocho estrategias tiene valor por sí misma, pero su verdadero poder se desata cuando se combinan. Cultivar la confianza, dejar de compararte, rodearte de apoyo, cuidar tu cuerpo, practicar la autocompasión, modificar tu diálogo interno, enfrentar gradualmente los miedos y establecer metas alcanzables son pasos que se refuerzan mutuamente.

Piénsalo así: es un círculo virtuoso. Si mejoras tu autocuidado físico, tu mente está más despejada para enfrentar miedos. Si dejas de compararte, aumenta tu gratitud. Si practicas autocompasión, tu diálogo interno se suaviza. Así, cada estrategia alimenta la siguiente y tu confianza crece como un sistema sólido.

Cuando el miedo se convierte en bloqueo

Hay que reconocerlo: no siempre basta con la fuerza de voluntad. A veces, los miedos y la falta de confianza provienen de experiencias más profundas, como la infancia, el trauma o la ansiedad crónica. En esos casos, pedir ayuda profesional no es señal de debilidad, sino de inteligencia emocional.

En SELIA puedes dar el primer paso hacia el acompañamiento especializado. Accede a terapeutas y psicólogos en línea que pueden guiarte en este camino de autoconfianza y ayudarte a implementar estas estrategias de manera personalizada.

Programas que acompañan el cambio

La autoconfianza no se construye sola; requiere práctica, guía y constancia. Por eso, en SELIA también encuentras programas de bienestar emocional diseñados para trabajar de forma integral el manejo del miedo, la ansiedad y la autoestima. Estos programas se convierten en espacios donde puedes aplicar las herramientas científicas en tu día a día con acompañamiento experto.

Un viaje paso a paso hacia tu mejor versión

Los miedos nunca desaparecen del todo, pero pueden transformarse en señales de crecimiento. Y la autoconfianza no es un destino final, sino un camino que se fortalece con cada paso que das. Estas ocho estrategias respaldadas por la ciencia son guías prácticas para avanzar hacia una vida más plena, segura y consciente.

Si tú o alguien que conoces está experimentando una emergencia o una crisis y necesita ayuda inmediata, llama a la línea 192 opción 4 (en Colombia) o dirígete a la sala de emergencia más cercana. Encuentra recursos adicionales para crisis.