Tabla de contenidos
- ¿Qué es el doga?
- Beneficios del doga para la salud mental
- La importancia de la conexión humano-animal
- Practicando doga: qué esperar
- Doga para todos
- El impacto positivo en la vida cotidiana
- Historias de éxito en la práctica del doga
- Una práctica transformadora para la salud mental
*Con información de El Heraldo.
En un mundo donde el estrés y la ansiedad son cada vez más comunes, la búsqueda de actividades que promuevan la salud mental se ha intensificado. Una de estas prácticas innovadoras que ha ganado popularidad en los últimos años es el “doga“, una combinación de yoga y la compañía de perros.
Esta actividad no solo fomenta el bienestar físico, sino que también fortalece la conexión emocional entre humanos y sus mascotas, ofreciendo beneficios significativos para la salud mental.
¿Qué es el doga?
El doga es una práctica que integra el yoga con la presencia y participación de perros. Aunque el concepto puede parecer poco convencional, se basa en la premisa de que la conexión con los animales puede tener un impacto profundo en nuestro bienestar emocional y mental.
Esta modalidad de yoga permite a los dueños de perros realizar posturas y ejercicios de respiración mientras sus mascotas los acompañan, creando un ambiente de relajación y disfrute compartido.
La idea detrás del doga es simple: al incorporar a los perros en la práctica de yoga, se busca no solo el beneficio físico del ejercicio, sino también la oportunidad de fortalecer el vínculo entre el dueño y su mascota. Con la creciente evidencia que respalda los beneficios terapéuticos de la interacción humano-animal, el doga se presenta como una forma efectiva de mejorar la salud mental.
Beneficios del doga para la salud mental
La práctica del doga ofrece una serie de beneficios que pueden contribuir a mejorar la salud mental. En primer lugar, el yoga en sí mismo es conocido por sus efectos positivos en la reducción del estrés y la ansiedad. A través de técnicas de respiración y meditación, el yoga ayuda a calmar la mente y promover un estado de relajación profunda. Cuando se combina con la presencia de un perro, estos efectos pueden intensificarse.
El contacto físico con un perro, como acariciarlo o abrazarlo, libera oxitocina en el cerebro, una hormona asociada con la felicidad y el bienestar. Esta conexión emocional puede disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, lo que a su vez puede ayudar a aliviar la ansiedad y mejorar el estado de ánimo. La compañía de un perro durante la práctica del yoga puede convertir una sesión de ejercicio en una experiencia más gratificante y reconfortante.
Además, el doga fomenta la atención plena, o “mindfulness“, al centrarse en el momento presente. Los practicantes son alentados a estar conscientes de sus cuerpos y de la energía de sus perros. Esta conexión profunda puede ayudar a reducir la rumiación y los pensamientos negativos, que a menudo son comunes en personas que sufren de ansiedad o depresión.
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Comienza ahoraLa importancia de la conexión humano-animal
La relación entre humanos y perros ha demostrado ser beneficiosa en múltiples niveles. Los perros son conocidos por ser compañeros leales y amorosos, y su presencia puede proporcionar consuelo y apoyo emocional. La interacción regular con mascotas se ha asociado con una disminución de la soledad y un aumento de la felicidad general.
El doga fortalece esta conexión, permitiendo que los dueños se sientan más en sintonía con sus perros. Esta conexión emocional no solo beneficia a los humanos, sino también a los perros, que a menudo responden positivamente a la atención y el afecto que reciben durante la práctica. La actividad compartida puede ayudar a reducir la ansiedad en los perros y mejorar su comportamiento, lo que a su vez refuerza el vínculo entre ambos.
Practicando doga: qué esperar
Si bien el doga puede parecer una actividad sencilla, hay varios aspectos a considerar para que la experiencia sea placentera y beneficiosa. En primer lugar, es importante elegir un ambiente tranquilo y cómodo, donde tanto el humano como el perro se sientan seguros. La práctica se puede realizar en casa o en un espacio al aire libre, siempre y cuando sea un lugar donde el perro esté familiarizado.
Los dueños deben asegurarse de que sus perros estén cómodos y dispuestos a participar. Algunos perros pueden ser más receptivos al doga que otros, por lo que es esencial observar sus reacciones y ajustar la práctica según sea necesario. Las posturas de yoga se pueden adaptar para incluir a los perros, permitiendo que se acuesten o se sienten cerca de sus dueños, lo que fomenta la conexión y el bienestar mutuo.
Es recomendable comenzar con sesiones cortas, especialmente si es la primera vez que se practica doga. A medida que tanto el dueño como el perro se sientan más cómodos, se pueden incrementar la duración y la complejidad de las posturas. La clave es disfrutar del proceso y no forzar a los perros a participar si no están interesados.
Doga para todos
Una de las maravillas del doga es que es accesible para casi cualquier persona. No se necesita ser un yogui experimentado para disfrutar de sus beneficios. Tanto los principiantes como los practicantes avanzados pueden encontrar valor en esta actividad. Además, el doga es una excelente manera de socializar, tanto para los humanos como para los perros. Las clases de doga suelen atraer a personas con intereses similares, creando un sentido de comunidad que puede ser reconfortante.
Para aquellos que no tienen un perro, existen opciones de doga en refugios de animales o centros de adopción, donde se puede interactuar con perros en busca de un hogar. Esto no solo beneficia a los humanos que buscan una conexión, sino que también ayuda a los perros a socializar y aumentar sus posibilidades de ser adoptados.
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¡Da el primer paso al cambio!El impacto positivo en la vida cotidiana
La práctica regular del doga puede tener un efecto duradero en la salud mental de los participantes. Algunos estudios han demostrado que las personas que pasan tiempo interactuando con animales experimentan niveles más bajos de estrés y ansiedad. Al incorporar el doga en la rutina diaria, los dueños pueden encontrar una nueva forma de manejar el estrés y promover la relajación.
Además, el doga puede servir como una herramienta eficaz para aquellos que buscan mejorar su salud física. La actividad física que se obtiene al practicar yoga, combinada con la alegría de compartir tiempo con un perro, puede motivar a las personas a mantenerse activas y saludables. Esto es particularmente importante en un mundo donde la inactividad se ha convertido en un problema de salud pública.
Historias de éxito en la práctica del doga
A medida que el doga se ha vuelto más popular, han surgido numerosas historias de éxito que destacan sus beneficios. Personas que luchaban con la ansiedad y la depresión han encontrado en esta práctica una forma de reconectar con su bienestar emocional. Al compartir momentos de calma y atención plena con sus perros, han podido encontrar un respiro en medio de las dificultades de la vida cotidiana.
Por ejemplo, muchas personas han informado que la práctica regular de doga les ha ayudado a desarrollar una mayor conciencia de sus emociones y a manejar mejor el estrés. Algunos han descubierto que el tiempo dedicado a su perro durante la práctica les ha permitido sentirse más conectados y menos solos. Esta conexión se traduce en una mayor satisfacción con la vida y un sentido de propósito renovado.
Una práctica transformadora para la salud mental
El doga es mucho más que una simple actividad de yoga con perros; es una forma de vida que promueve la salud mental y el bienestar emocional. A través de la conexión entre humanos y perros, esta práctica ofrece una vía para reducir el estrés, la ansiedad y la soledad. Mientras que el yoga proporciona una base sólida para la relajación y la atención plena, la compañía de un perro eleva la experiencia a un nuevo nivel.
En un mundo que a menudo se siente abrumador, el doga invita a las personas a encontrar consuelo y alegría en la conexión con sus mascotas. Ya sea en un entorno de clase o en la comodidad del hogar, el doga tiene el potencial de transformar vidas al fomentar la salud mental y crear lazos más profundos entre humanos y perros.
Con cada estiramiento, cada respiración y cada abrazo, el doga se establece como una herramienta poderosa para el bienestar emocional, recordándonos que a veces, los momentos más simples con nuestros amigos de cuatro patas pueden tener el mayor impacto en nuestra salud mental.