Negging: la manipulación disfrazada de coquetería que daña la autoestima

Negging: la manipulación disfrazada de coquetería
Picture of Alma Digital SEO
Alma Digital SEO
En este artículo hablamos de:

Tabla de contenidos

Según el artículo publicado en El Espectador, esta forma de agresión emocional puede parecer sutil al principio, lo que la hace especialmente peligrosa. A menudo se presenta en etapas tempranas de una relación, cuando aún no hay una base emocional sólida ni mecanismos de defensa suficientemente activados.

El origen del término y su relación con la seducción manipuladora

El término negging proviene del inglés y se popularizó en foros y comunidades vinculadas al pick-up artist (PUA), un movimiento que promueve estrategias para “conquistar” personas utilizando técnicas psicológicas y comportamientos diseñados para desestabilizar emocionalmente al otro. En ese contexto, el negging se utilizaba como una táctica para hacer sentir menos valiosa a una persona, generalmente una mujer, con el objetivo de que busque validación de quien ha lanzado el comentario hiriente.

Una frase típica podría ser algo como: “Me gustas mucho, aunque no eres mi tipo” o “Te ves bien para tu edad”. En apariencia, no hay una agresión abierta. Pero detrás del mensaje se esconde una intención clara: poner en duda el valor del otro mientras se simula interés o simpatía.

Estas estrategias están profundamente enraizadas en dinámicas de poder y desigualdad. El objetivo es generar una dependencia emocional, en la que la persona afectada sienta que necesita esforzarse más para recibir afecto o aprobación.

¿Necesitas apoyo? Selia te ayuda

Sana tus heridas con terapia online personalizada. ¡Agenda una consulta!

Comienza ahora

¿Cómo identificar el negging?

Reconocer el negging no siempre es fácil, especialmente porque suele presentarse como una mezcla de comentario amable con una crítica velada. El problema radica en que quien lo recibe puede quedar confundido, sin saber si debe sentirse halagado, herido o simplemente ignorar el comentario.

El artículo de El Espectador identifica algunas señales comunes que pueden ayudar a detectar esta forma de manipulación emocional:

  • Cumplidos con veneno: Frases que suenan como halagos pero esconden una crítica. Por ejemplo: “Esa camisa te queda bien… aunque no te hace ver tan delgado como otras”.
  • Comparaciones negativas: Se compara a la persona con alguien más para hacerla sentir inferior, como: “Tu amiga es más divertida, pero tú eres más tranquila”.
  • Comentarios sobre inseguridades evidentes: Aludir a aspectos físicos o emocionales que el otro ha expresado como sensibles, presentándolo como una broma o sin importancia.
  • Desautorización de logros o intereses: Minimizar lo que al otro le gusta o lo que ha conseguido, con frases como “Eso lo hace cualquiera” o “No entiendo por qué te apasiona tanto eso”.
  • Repetición constante: Aunque al inicio parezca una frase aislada, cuando se repite y se convierte en patrón, el daño emocional es mayor.

Este tipo de interacciones, cuando se repiten con frecuencia, erosionan lentamente la autoestima y la percepción que la persona tiene de sí misma. Lo más grave es que muchas veces se aceptan como “normales”, especialmente en contextos donde el humor sarcástico o la crítica ligera están naturalizados.

Consecuencias psicológicas del negging

El impacto del negging en la salud mental puede ser profundo, especialmente cuando se ejerce en relaciones de pareja o vínculos afectivos importantes. La persona que lo recibe puede comenzar a dudar de su valor personal, sentirse insegura sobre su apariencia, sus habilidades o su atractivo, y desarrollar una dependencia emocional hacia quien emite los comentarios.

La estrategia detrás del negging se basa en un principio de manipulación conocido: bajar la autoestima del otro para aumentar la propia influencia. Es una forma de desequilibrar emocionalmente al otro para que sienta que necesita esforzarse por obtener validación. Esto puede derivar en:

  • Ansiedad constante, al anticipar más comentarios hirientes o críticas disfrazadas.
  • Dificultad para establecer límites, al normalizar dinámicas abusivas o ambiguas.
  • Dependencia afectiva, al creer que la aprobación del otro es un logro o una meta a alcanzar.
  • Baja autoestima, al incorporar las críticas como una visión interna de uno mismo.
  • Aislamiento emocional, al sentir vergüenza de compartir estas experiencias con otras personas por miedo a que no las comprendan o minimicen.

En los casos más extremos, el negging puede convertirse en una puerta de entrada a formas más graves de violencia emocional o psicológica, que no siempre se reconocen como tales debido a su carácter sutil.

¿Por qué se tolera el negging?

Una de las razones por las que el negging puede pasar desapercibido o incluso ser tolerado es porque se presenta, en muchos casos, enmascarado de humor, coquetería o sinceridad brutal. En una cultura donde la crítica disfrazada de sarcasmo es frecuente y se celebra la “honestidad sin filtro”, muchas personas no perciben que están siendo manipuladas o agredidas emocionalmente.

Además, existe una creencia extendida —y peligrosa— de que si alguien te critica o te hace sentir inseguro, es porque “se interesa por ti” o “quiere ayudarte a mejorar”. Esta idea perpetúa dinámicas de maltrato bajo la apariencia de afecto. Como señala el artículo de El Espectador, muchas personas no identifican que están siendo víctimas de negging hasta que la situación ha avanzado y sus emociones ya están profundamente afectadas.

La normalización de este tipo de comentarios también se ve reforzada por ciertos estereotipos de género. En particular, algunas narrativas masculinas siguen promoviendo la idea de que hay que “tomar el control” en la seducción, incluso a costa de manipular o hacer sentir mal al otro. Este tipo de discursos han encontrado eco en redes sociales y espacios donde se validan comportamientos tóxicos con apariencia de estrategia amorosa.

Cómo protegerse del negging

Frente a esta realidad, la clave está en fortalecer la autoestima, promover relaciones basadas en el respeto y aprender a identificar señales tempranas de manipulación emocional. Algunas estrategias para protegerse del negging incluyen:

  • Reconocer el malestar: Si un comentario, aunque parezca inofensivo, te hace sentir mal, incómodo o inseguro, es válido prestarle atención. Tu intuición emocional es una herramienta valiosa.
  • Nombrar lo que sucede: Poner en palabras lo que se percibe es un primer paso para visibilizar la situación. Frases como “Ese comentario me hace sentir incómodo” o “No me parece gracioso que digas eso” ayudan a establecer límites.
  • Buscar apoyo emocional: Hablar con personas de confianza, como amigos o terapeutas, puede ayudar a clarificar lo que está ocurriendo y recuperar la perspectiva.
  • No justificar al otro: Minimizar la agresión con frases como “es su forma de ser” o “seguro no lo dijo en serio” perpetúa el maltrato. Es importante reconocer el daño sin excusas.
  • Establecer límites firmes: Decidir qué estás dispuesto a tolerar y qué no es fundamental. Si alguien insiste en hacer comentarios que te hieren, aunque diga que son bromas, es válido tomar distancia.

Una reflexión necesaria sobre el respeto en las relaciones

En un mundo donde las formas de vínculo se diversifican, es más importante que nunca revisar las dinámicas que normalizamos. El negging no es solo un problema de pareja o de “juegos de seducción”, sino un reflejo de cómo la manipulación emocional puede instalarse en lo cotidiano si no estamos atentos.

Desde SELIA, apostamos por relaciones basadas en el respeto, la escucha y la validación mutua. Nadie debería sentirse menospreciado, confundido o inseguro como resultado de una interacción que supuestamente busca generar afecto. Los vínculos sanos no nacen de la inseguridad ni del desequilibrio, sino del cuidado mutuo y la honestidad emocional.

Identificar el negging y sus formas encubiertas es un paso hacia relaciones más conscientes, donde podamos expresarnos sin miedo, equivocarnos sin ser juzgados y crecer acompañados, no manipulados.