Tricotilomanía: el trastorno de arrancarse el cabello

Última actualización:
2025-10-16

Tricotilomanía

Tabla de contenidos

La tricotilomanía es un trastorno psicológico caracterizado por el impulso recurrente e irresistible de arrancarse el cabello, las cejas, las pestañas u otros vellos corporales, lo que genera una pérdida notable de pelo y, en muchos casos, un deterioro significativo en la calidad de vida.

Aunque puede parecer un simple “mal hábito” para quienes no lo conocen, en realidad es una condición compleja clasificada dentro de los trastornos obsesivo-compulsivos y relacionados en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5).

Este comportamiento, que suele iniciarse en la infancia o adolescencia, va más allá de un acto consciente: quienes lo padecen experimentan una tensión creciente antes de arrancarse el pelo y una sensación de alivio o gratificación inmediata después de hacerlo.

Sin embargo, este alivio es seguido por sentimientos de vergüenza, culpa y frustración, especialmente cuando el daño es visible y afecta la autoimagen. Según los expertos, la tricotilomanía no es un problema de vanidad ni una elección, sino un trastorno que requiere comprensión y tratamiento especializado.

Síntomas y manifestaciones de la tricotilomanía

El síntoma principal de la tricotilomanía es el arrancamiento recurrente del pelo, pero este trastorno se manifiesta de diversas formas según cada persona. Algunas solo se arrancan unos cuantos cabellos de manera casi imperceptible, mientras otras llegan a crear zonas claramente despobladas en el cuero cabelludo, las cejas o las pestañas.

Un aspecto distintivo es que el comportamiento suele ocurrir en episodios de “trance“, donde la persona puede pasar minutos e incluso horas absorta en arrancarse el pelo, a menudo sin darse cuenta plenamente de lo que está haciendo hasta después.

Además del acto en sí, existen otros indicadores clave:

Un mito común es que la tricotilomanía siempre está relacionada con el estrés. Si bien situaciones estresantes pueden exacerbar los episodios, muchas personas también lo hacen en momentos de relajación, aburrimiento o concentración (como al leer o ver televisión).

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Causas y factores de riesgo

Como ocurre con muchos trastornos psicológicos, no existe una sola causa para la tricotilomanía. Las investigaciones sugieren que es el resultado de una combinación de factores biológicos, psicológicos y ambientales:

Factores biológicos

Factores psicológicos

Factores ambientales

Impacto en la vida diaria

Las consecuencias de la tricotilomanía van más allá de lo físico. La pérdida de pelo visible puede generar:

Uno de los mayores desafíos es el estigma. Muchas personas ocultan su condición durante años por miedo a ser tildadas de “raras” o “débiles“, retrasando la búsqueda de ayuda.

Tratamientos efectivos

Aunque no existe una “cura” única, varios enfoques han demostrado ser efectivos para manejar la tricotilomanía:

Terapia cognitivo-conductual (TCC)

Es el tratamiento psicológico más estudiado. Incluye técnicas como:

Terapia de aceptación y compromiso (ACT)

Ayuda a desarrollar flexibilidad psicológica para tolerar malestar sin recurrir al arrancamiento, enfocándose en valores personales.

Farmacoterapia

Algunos medicamentos (como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) pueden ser útiles, especialmente cuando hay trastornos coexistentes como depresión o TOC.

Grupos de apoyo

Conectar con otros que enfrentan el mismo desafío reduce el aislamiento y proporciona estrategias prácticas.

Enfoques complementarios

Cómo apoyar a alguien con tricotilomanía

Si un ser querido padece este trastorno:

  1. Evita juicios: Frases como “¿Por qué no simplemente dejas de hacerlo?” solo aumentan la culpa.
  2. No forces el contacto físico: Tocar sus zonas afectadas sin permiso puede generar ansiedad.
  3. Celebra pequeños progresos: Recuperarse es un proceso con altibajos.
  4. Anima a buscar ayuda profesional: Sin presionar; la motivación debe venir de ellos.

Un mensaje de esperanza

Aunque la tricotilomanía puede ser un desafío de por vida, con el tratamiento adecuado es posible lograr una importante mejoría. Muchas personas aprenden a manejar sus impulsos hasta el punto donde el trastorno deja de controlar sus vidas. La clave está en abordarlo con compasión (hacia uno mismo y los demás), paciencia y la certeza de que, aunque el camino no sea lineal, la recuperación es posible.

Si te identificas con estos síntomas, recuerda: no eres raro, no eres débil, y mereces ayuda. El primer paso (hablar con un profesional de salud mental) suele ser el más difícil, pero también el más liberador. En el silencio y el aislamiento, la tricotilomanía gana fuerza; en la comprensión y el apoyo, encuentra su mayor adversario.

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Si tú o alguien que conoces está experimentando una emergencia o una crisis y necesita ayuda inmediata, llama a la línea 192 opción 4 (en Colombia) o dirígete a la sala de emergencia más cercana. Encuentra recursos adicionales para crisis.