
Mi búsqueda interminable para encontrar el roommate perfecto
María Alejandra Torres llegó a Bogotá llena de ilusiones a los 18 años, dejando atrás el tranquilo ritmo de Popayán. Su primer cuarto cerca a la Javeriana parecía ideal, hasta que descubrió que compartiría baño con cuatro estudiantes de medicina. “Volvían a las 3 a.m. y dejaban toallas sucias en el lavamanos“, recuerda con un escalofrío. Así comenzó su peregrinaje por 7 apartamentos diferentes en 9 años.
Lo que comenzó como quejas justificadas se convirtió en una lista interminable de irritaciones:
“Pensé que al graduarme y trabajar en una entidad importante mejoraría la situación, pero ahora es peor: mis roommates actuales dejan la cocina como zona de guerra“, describe con las manos temblando de frustración.
Una experta de SELIA ayudó a María Alejandra a descubrir que su obsesión por la limpieza escondía algo más profundo: “Cuando extrañaba mi casa en Popayán, fregar los pisos me hacía sentir control. Ahora ese mecanismo se volvió contra mí“, explica. Cada migaja en la mesa del comedor le genera la misma ansiedad que sentir nostalgia a los 18 años.
El tratamiento reveló un patrón autodestructivo:
“Criticar a los demás era más fácil que enfrentar mi propio miedo al fracaso“, admite después de un ejercicio de introspección.
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El plan terapéutico incluyó:
“La primera vez que alguien movió mis cojines del sofá casi tengo un ataque de pánico“, confiesa. “Pero sobreviví, y eso me dio poder“.
A cuatro meses de terapia, María Alejandra logró:
“Ahora veo a mis roommates como personas con hábitos diferentes, no como enemigos que arruinan mi paz“, reflexiona.
María Alejandra comparte lo aprendido:
En SELIA recordamos que las dificultades de convivencia suelen ser espejos de nuestros conflictos internos. Como descubrió María Alejandra: “No necesitaba encontrar el apartamento perfecto, sino hacer las paces con la imperfecta que soy yo“.
*La historia ficticia retrata los cientos de casos de pacientes de SELIA, en la búsqueda de formar conciencia con compasión en la sociedad.










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