Superar la anorexia: más allá del espejo, un camino hacia la vida

Última actualización:
2025-10-16

Superar la anorexia: más allá del espejo, un camino hacia la vida

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El rostro visible de una enfermedad invisible

Nihal Candan tenía 33 años. Su figura estilizada y su presencia constante en redes sociales habían hecho de ella un referente de belleza para muchos. Sin embargo, según informó la prensa turca, desde hace un tiempo su salud había comenzado a deteriorarse por causa de la anorexia. “Su cuerpo ya no resistía. La enfermedad había avanzado mucho”, declaró su hermana tras conocerse la noticia.

Este caso, como el de muchas otras figuras públicas, pone de manifiesto lo peligroso que puede ser romantizar la delgadez extrema y cómo las redes sociales pueden amplificar una estética basada en la restricción alimentaria, el control corporal y la autoexigencia.

Entender la anorexia más allá del peso

La anorexia no es simplemente querer estar delgado. Es un trastorno mental grave que implica una distorsión de la imagen corporal, un miedo intenso a subir de peso y una relación disfuncional con la comida y el cuerpo. Quienes la padecen pueden llegar a extremos de inanición y, en muchos casos, niegan estar enfermos.

En la mayoría de los casos, la anorexia se presenta durante la adolescencia y afecta con más frecuencia a mujeres, aunque también puede desarrollarse en hombres y en edades más adultas. La presión social, los ideales estéticos, experiencias traumáticas y factores genéticos o psicológicos pueden influir en su aparición.

“No es una enfermedad de vanidad, sino una forma extrema de sufrimiento emocional”, advierten los expertos en salud mental.

El camino hacia la recuperación: una lucha que no es en solitario

Superar la anorexia no es fácil ni rápido. Se trata de un proceso complejo que requiere intervención interdisciplinaria. Psiquiatras, psicólogos, nutricionistas y terapeutas ocupacionales pueden ser parte del equipo que acompaña a la persona en su recuperación. La familia y los amigos también cumplen un rol crucial.

Uno de los primeros pasos es el reconocimiento del problema. Muchas personas con anorexia se resisten a admitir que están enfermas. La negación forma parte del cuadro y, por tanto, la intervención precoz es clave.

Los tratamientos suelen incluir terapia cognitivo-conductual, que busca modificar patrones de pensamiento y comportamiento disfuncionales. Además, se trabaja en la restauración del peso saludable, el desarrollo de una relación sana con la comida y el cuerpo, y en la gestión emocional.

“El objetivo no es solo que la persona coma, sino que recupere el deseo de vivir”, señalan los especialistas.

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La importancia de las redes de apoyo

La recuperación de la anorexia implica también un cambio en el entorno. Las redes sociales, por ejemplo, pueden ser un arma de doble filo. Mientras que algunos espacios fomentan la cultura de la delgadez, otros ofrecen contención, testimonio y solidaridad. Encontrar comunidades de apoyo puede marcar una gran diferencia.

Los familiares y amigos deben aprender a acompañar sin juzgar, ofreciendo escucha activa, evitando comentarios sobre el cuerpo y reforzando la autoestima desde otros aspectos que no sean la apariencia física. El acompañamiento empático es una de las herramientas más poderosas en la lucha contra la anorexia.

Romper el estigma: hablar para sanar

Todavía existe un gran estigma en torno a los trastornos alimentarios. Muchas personas que los padecen se sienten culpables, avergonzadas o incomprendidas. Este silencio puede retrasar el inicio del tratamiento y agravar el cuadro clínico.

Hablar de anorexia desde una perspectiva comprensiva, profesional y empática permite desarticular prejuicios y abrir espacios de prevención. En contextos como SELIA, que promueven la salud mental como parte integral del bienestar humano, es fundamental seguir educando y sensibilizando sobre estos trastornos.

“Romper el silencio es el primer paso para sanar”, dicen quienes han logrado salir del fondo.

El rol de los medios y las figuras públicas

Casos como el de Nihal Candan ponen sobre la mesa la responsabilidad de los medios de comunicación y de las figuras influyentes. La forma en que se informa sobre estos temas puede impactar profundamente en la percepción que tienen los adolescentes sobre su cuerpo y su valor personal.

Es vital que los medios eviten glorificar la delgadez extrema o publicar contenidos que refuercen estereotipos corporales inalcanzables. Por el contrario, deberían fomentar la diversidad corporal y promover modelos de vida saludable, emocional y físicamente.

Prevención desde la infancia: educar en amor propio

Superar la anorexia también pasa por prevenirla. La prevención empieza desde la infancia, con una educación emocional que fomente la autoestima, el amor propio y una relación positiva con el cuerpo. Enseñar a niños y niñas a valorar su identidad más allá de lo físico, a identificar emociones y a pedir ayuda cuando se sienten mal, es una inversión a largo plazo en salud mental.

Las escuelas, los padres y los entornos sociales deben trabajar juntos para erradicar la cultura de la apariencia y reemplazarla por una cultura del cuidado.

Vivir más allá del trastorno

La muerte de Nihal Candan es una tragedia que no debería repetirse. Es también un recordatorio del poder que tiene la sociedad para construir entornos más empáticos, informados y protectores. Superar la anorexia es posible, pero requiere un compromiso colectivo.

Si tú o alguien que conoces está experimentando una emergencia o una crisis y necesita ayuda inmediata, llama a la línea 192 opción 4 (en Colombia) o dirígete a la sala de emergencia más cercana. Encuentra recursos adicionales para crisis.