
Autosabotaje: Cuando tu peor enemigo eres tú mismo
El autosabotaje no es un trastorno mental en sí mismo, sino un comportamiento aprendido, muchas veces arraigado en experiencias pasadas, creencias limitantes o una autoestima frágil. La psicóloga Lisa Firestone lo define como “una forma de autoprotección mal dirigida”, donde la persona evita riesgos para no sufrir decepciones, pero termina limitando su propio crecimiento.
Algunas de las formas más comunes de autosabotaje incluyen:
[post_banner title=”¿Necesitas apoyo? Selia te ayuda” body=”Sana tus heridas con terapia online personalizada. ¡Agenda una consulta!” cta=”Comienza ahora” cta_url=”https://users.selia.co/sign-up/?utm_source=seo&utm_medium=blog&utm_content=maneja-el-estres”]
El autosabotaje no surge de la nada. Detrás de estos comportamientos suelen haber heridas emocionales no resueltas, como:
Muchas personas creen, en el fondo, que no merecen el éxito. Si creciste escuchando mensajes como “no lo lograrás” o “no eres suficiente”, es posible que hayas interiorizado esa voz crítica. El síndrome del impostor (sentir que tus logros son un fraude) también alimenta este ciclo.
El cerebro humano busca seguridad, y el éxito implica salir de la zona de confort. Para algunas personas, el fracaso es más familiar (y por lo tanto, menos amenazante) que la incertidumbre del triunfo.
Si en el pasado fuiste castigado, ridiculizado o abandonado al destacar, tu mente puede asociar el éxito con el peligro. El autosabotaje, en estos casos, funciona como un escudo emocional.
La idea de que “si no es perfecto, no vale la pena” lleva a muchas personas a abandonar proyectos antes de terminarlos. El perfeccionismo, irónicamente, es una de las formas más comunes de autoboicot.
Identificar estos patrones es el primer paso para cambiarlos. Algunas señales de alerta incluyen:
Superar el autosabotaje requiere autoconocimiento y acción deliberada. Estas son algunas técnicas respaldadas por psicólogos:
Lleva un diario emocional: ¿En qué momentos te detienes? ¿Qué pensamientos aparecen? Identificar tus “disparadores” es clave.
Si piensas “No soy lo suficientemente bueno”, pregúntate: ¿Qué evidencia tengo de que esto es cierto? ¿Y de que no lo es?
En lugar de “Voy a escribir un libro en un mes”, prueba con “Escribiré una página al día”. Los pequeños logros refuerzan la confianza.
Trátate como tratarías a un amigo. ¿Le dirías “Eres un fracasado” por un error? Probablemente no.
Un psicólogo puede ayudarte a explorar las raíces de tu autosabotaje y diseñar estrategias personalizadas.
El autosabotaje no se supera de la noche a la mañana, pero es posible reprogramar esos patrones. Como escribió la poetisa Maya Angelou: “Haz lo mejor que puedas hasta que sepas más. Y cuando sepas más, hazlo mejor”.
En SELIA, creemos que el primer paso para el cambio es la conciencia. Si te reconoces en estos comportamientos, recuerda: no estás solo, y mereces una vida sin obstáculos autoimpuestos.










Si tú o alguien que conoces está experimentando una emergencia o una crisis y necesita ayuda inmediata, llama a la línea 192 opción 4 (en Colombia) o dirígete a la sala de emergencia más cercana. Encuentra recursos adicionales para crisis.