¿Puede cambiar la personalidad?

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Curado por: Camilo Sáenz-Moncaleano, PhD

Camilo es un psicólogo con más de 12 años de experiencia académica. Actualmente se desempeña como profesor universitario y consultor en temas de alto rendimiento, bienestar y salud mental.

En este artículo hablamos de:

Una de las razones por las que dicen que las personas somos distintas unas de otras es por nuestra personalidad. Y es que la personalidad, ese conjunto de características de comportamiento, pensamiento y de sentir, hacen que aunque podamos parecernos físicamente, seamos totalmente distintos los unos de los otros.

Pensando en eso que nos hace únicos, una pregunta que suele aparecer con frecuencia es si podemos cambiar, para bien o para mal, nuestra personalidad. Es exactamente en eso en lo que nos concentraremos hoy. Te explicaremos más sobre qué es la personalidad, los tipos de personalidad que existen y si es posible cambiar la forma de ser de cada uno

¿Qué es la personalidad?

La personalidad es un conjunto de características psicológicas que identifican a una persona y tienen su origen en el contexto y circunstancias de cada individuo. Estas características se reflejan, por ejemplo, en la forma en que piensan, sienten, se comportan y en general las actitudes que tienen las personas.

Otra forma de definir qué es la personalidad es como el conjunto de comportamientos, pensamientos y emociones que construyen tu forma de ser. Es decir, es aquello que te identifica no físicamente sino psicológicamente, tanto en tu pensar como en tu actuar y en tu sentir, por ejemplo. 

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¿Qué le da forma a la personalidad?

Son varios los elementos que se encargan de darle forma a nuestra personalidad. En un inicio, tenemos tanto a los factores genéticos como biológicos. Y es que según investigaciones, factores como la anatomía de nuestro cerebro, así como el desarrollo del mismo, pueden influir en la forma en que piensas y sientes. Incluso hay casos donde daños en zonas del cerebro hacen que una persona cambie su forma de ser completamente.

Adicional a los factores genéticos y biológicos se deben de tener en cuenta las circunstancias y contexto en las que se desarrollan las personas. Su crianza, por ejemplo, lo que vivió en la infancia, si sufrió de algún tipo de abuso, traumas, etc. De igual forma, la conexión establecida con sus padres puede afectar su personalidad. Ya que todo esto tendrá una influencia en la forma en que la personalidad se va formando.

Otras variables que afectan la forma de ser de las personas son las circunstancias ambientales que la rodean, su capacidad para socializar e incluso, la manera en que interactúa con el mundo.

Funciones de la personalidad

La personalidad cumple distintas funciones en nuestro día a día. Algunas de las principales son:
 
  • Darte una identidad propia y distintiva frente al mundo.
  • Adaptarte al entorno y las circunstancias que te rodean.
  • Permitirte interactuar con otras personas y socializar.
  • Influye en tus pensamientos y en tu forma de actuar.
  • La personalidad forma parte importante del sentido de responsabilidad y moral.
  • Permite distinguirte del resto bajo el concepto de unicidad (es decir, ser único e irrepetible).
 
Además, la personalidad también juega un papel importante dentro de la forma en la que tomas decisiones.
 

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¿Por qué tenemos una personalidad determinada?

Nuestra forma de ser es el resultado de múltiples circunstancias, situaciones y contextos que influyen directamente en la manera en la que nuestra personalidad se construye. Básicamente, es como pasa en un partido de fútbol en el cual, existen muchas variables que pueden influir en el resultado final del juego, sin importar que haya un claro favorito.

Esto mismo pasa contigo, pues desde que eres niño, cada situación, cada decisión, cada acción influyeron en lo que eres hoy. Si tuviste una infancia amada y protegida, muy probablemente tu personalidad tendrá como base una mayor seguridad y fortaleza. Y es posible que lo contrario suceda en casos donde los abusos pueden llevar a que se desarrolle una personalidad más tendiente a la inseguridad y el retraimiento. Aunque como te dijimos anteriormente, no es una fórmula de 1 a 1 y muchas cosas pueden suceder en el camino para terminar desarrollando la personalidad que tenemos.

Si bien entender por qué tenemos dicha personalidad puede ser complicado, sí que podemos profundizar en el contexto detrás de la misma. Esto, con el objetivo de trabajar en aquello que puede resultar negativo o dañino de nuestra forma de ser.

¿Se puede cambiar la personalidad?

Aunque la respuesta es compleja, podríamos decir que la forma de ser de una persona se puede cambiar, pero hasta cierto punto. Y es que primero debemos destacar que hay elementos de nuestra personalidad que son muy difíciles de cambiar ya que pueden estar muy arraigados y han estado estables durante mucho tiempo. Pero esto no implica que sean totalmente incambiables.

Por otro lado, hay elementos que son mucho más blandos y fáciles de moldear. En cualquier caso, los cambios se van dando de forma gradual y suelen requerir de tiempo para que los nuevos hábitos que se creen tengan una influencia en los rasgos de la personalidad.

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¿Cómo cambiar aspectos de tu personalidad?

Como ya te contamos, cambiar aspectos de nuestra personalidad es posible, pero requiere de tiempo y esfuerzo para lograr hacer cambios en nuestra vida que se conviertan en rasgos de nuestra personalidad duraderos y que nos identifiquen como persona. Para lograrlo, acá te contamos algunas formas en que lo puedes lograr:
Cambia de hábitos
 
Como la frase dice, “los humanos, son seres de hábitos”. En este sentido, los hábitos juegan un papel muy importante en tratar de modificar nuestra personalidad. El primer paso para lograrlo es identificarlos. 
 
Una vez sepas cuáles son los hábitos que quieres cambiar. Una vez identificado, como quizá ya lo sabes, no es simplemente comenzar a hacer y ya está, crear nuevos hábitos es algo que toma tiempo y esfuerzo (por esto están relacionados con la personalidad). De tal manera que puedes comenzar a trabajar en reducirlos poco a poco y progresivamente se irán fortaleciendo, es un trabajo de tiempo, paciencia y consistencia. 
 
Adicionalmente, ten en cuenta que ya que somos seres de hábitos, eliminar un hábito de nuestra vida realmente significa adquirir uno nuevo y fortalecerlo. Así que es de gran beneficio que no sólo pienses en los hábitos que deseas eliminar de tu vida, sino también pensar en el hábito que lo reemplazará. Algo que te ayudará en gran medida a comenzar este proceso, es comprender qué está detrás del hábito. Pregúntate y analiza qué es lo que inicia ese hábito automático que tienes, ¿es una situación particular, un pensamiento, una emoción?
 

Cambia tus creencias personales

Lo que crees influye enormemente en lo que eres, en tu forma de ser. Cuando tenemos creencias erróneas, podemos dar pie al surgimiento de pensamientos y comportamientos inadecuados. Esto, inevitablemente, afectará a tu personalidad.
Si bien cambiar tus creencias no es algo que se logra de la noche a la mañana, así como todo lo que involucra cambiar la personalidad, sí es algo que se puede lograr paulatinamente. De la misma manera que sucede con los hábitos, debes de comenzar por identificar aquellas creencias que consideras dañinas o que sería mejor para tu bienestar emocional no tener.
Ten el proceso puede ser un poco doloroso, ya que de cierta manera estarás modificando algo que has mantenido por mucho tiempo, quizás toda la vida. Sin embargo, con el acompañamiento correcto es posible lograrlo. Por ejemplo, con los programas y los expertos de Selia puedes identificar esas creencias y comenzar tu camino para cambiarlas poco a poco con mayor facilidad y efectividad.
 

Elogia tus esfuerzos

Como ya lo hemos mencionado anteriormente, lograr modificar tu personalidad no es algo tan fácil y rápido, por lo que todo paso que des en esa dirección, por más pequeño que sea debe celebrarse. La celebración de nuestros esfuerzos y logros es importante ya que las investigaciones en psicología han demostrado repetidamente que reconocer y celebrar nuestras acciones funciona como una forma de reforzamiento positivo, lo cual llevará a que nos sintamos más motivados y comprometidos con el cambio.
 
Así que reconoce y celebra cada pequeña acción en la que notes un cambio hacia esa persona que quieres ser. Ten en cuenta que seguramente esto ha implicado un gran esfuerzo. Tener este hábito de celebrar tus avances te permitirá mantener el enfoque y el rumbo para que sigas trabajando en lo que deseas cambiar.
Precisamente eso hacemos en nuestra terapia en Selia, pues todo esfuerzo y todo logro, por más pequeño que sea, es celebrado, y tu terapeuta te ayudará a mantenerte enfocado y motivado en el cambio. Así hacemos que cada paciente se sienta fuerte y capaz de tomar el control de su vida.
 

Finge que eres como quieres

Acá te contamos algo muy interesante y paradójico que tiene nuestra mente. Si bien te hemos ya dicho repetidas veces que nuestra personalidad, es decir la forma en que solemos pensar, actuar y sentirnos, requiere de tiempo y esfuerzo para cambiarse, la verdad es que de forma temporal es sorprendentemente fácil cambiarla.
Esto se debe a que nuestro cerebro tiene la capacidad de adaptarse como un pulpo o un camaleón al ambiente que lo rodea. Así que una estrategia utilizada en la psicología para cambiar nuestro tipo de personalidad es actuar como si ya somos lo que queremos ser.
 
Es decir, si quieres ser una persona alegre, empática y amigable, tienes que comenzar por actuar como si ya fueses esa persona. De esta forma, estarás haciendo que tu cerebro se adapte a creer que ya lo es, lo que hará más fácil el proceso de cambio. Y lo interesante es que casi siempre funciona. Puede que no se convierta en una personalidad permanente, pero en el momento ayudará a que actúes, pienses y te sientas de una manera diferente.
 
Vale la pena destacar que no hablamos de ser alguien fingido y falso de forma permanente y que esta sea la forma habitual de ser, sino, simplemente, de mostrarle a nuestra mente que es posible ser de cierta forma. Además, de que esto será un buen ejercicio práctico que ayudará a entender mejor el proceso de cambio y de a poco podrás ir haciendo los cambios que necesitas para que se vuelva algo permanente y positivo en tu vida.
 
 

¿Qué eventos de la relación con otra persona pueden cambiar mi personalidad?

Las relaciones tienen un gran impacto en tu personalidad. Por ejemplo, pasar tiempo con amigos extrovertidos puede hacerte más sociable, pero lidiar con conflictos constantes puede volverte más reservado. Las experiencias compartidas, como viajar juntos, también pueden cambiar tu perspectiva. Por ejemplo, explorar con un amigo aventurero puede inspirarte a ser más valiente. 
 
Además, el papel que juegas en una relación, como ser un buen amigo o compañero de trabajo, puede cambiar cómo te ves a ti mismo. Por ejemplo, convertirte en padre puede hacerte más consciente de la responsabilidad y el cuidado. Así que, en resumen, nuestras relaciones moldean quiénes somos y cómo interactuamos con el mundo que nos rodea.
 

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¿Cómo puedo cambiar mi forma de ser y de pensar?

Para cambiar tu forma de ser y de pensar debes cambiar eso que te influye en la misma. Como el contexto y el ambiente tienen un gran peso en ti, debemos de comenzar por buscar un sitio que nos impulse a ser mejores.
 
No puedes aspirar a cambiar tu personalidad si vives en un entorno tóxico que no te permite cambiar. Una vez logres salir de ese contexto que te obliga a ser como eres, tendrás más libertad de trabajar en tu personalidad.
 
Posteriormente, deberás de identificar hábitos y trabajar en ellos, así como en tus creencias y en tus mismos pensamientos, para lo cual ya leíste una guía más específica más arriba en este blog. Y recuerda que en Selia puedes acceder a expertos que te ayudarán en todo este proceso si es lo que estás buscando.
 

¿Cómo cambiar tu forma de ser para ser más feliz?

Para ser feliz debes deshacerte de eso que te limita, que actúa como el ancla de un barco que solo te mantiene inmóvil. Así que para cambiar tu personalidad y ser feliz debes de comenzar por identificar esas anclas y grilletes, esos elementos de tu vida que no te permiten tener la felicidad que deseas.
 
Cuando sepas cuáles son los elementos a cambiar, debes centrarte en sus causas y orígenes para lograr deshacerte de ellos. De esta forma podrás trabajar en las circunstancias que afectan tu forma de ser. 
 
Después, tendrás que trabajar y seguir un proceso para lograr eliminar tanto lo que hace mal como aprender a centrarte en lo que te hace bien. Recuerda que se trata de comenzar a hacer cambios pequeños pero constantes, crear nuevos hábitos y celebrar el proceso que te lleva a ser una persona más feliz.
 
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Preguntas frecuentes

¿Qué es la personalidad?

La personalidad es el conjunto de características psicológicas que determinan tu forma de ser, pensar, actuar y sentir. Todos estos rasgos son lo que te distinguen del resto de personas y te hacen único.

Nuestra personalidad es el resultado de todas las circunstancias, decisiones, situaciones, ambiente y contexto que nos rodean. Son todo lo que nos ha moldeado a lo largo del tiempo y nos han vuelto lo que somos.

Aunque es complejo y hay rasgos de la personalidad inherentes a nuestra biología y genética, hay partes de la personalidad que se pueden cambiar y que evolucionan con el paso del tiempo y conforme trabajamos en ellas.

Sí, una parte de nuestra personalidad evoluciona con el paso del tiempo para adaptarse a las nuevas circunstancias de cada persona. Desde niños hasta adultos experimentamos dichos cambios en nuestra personalidad.

La forma de ser es parte de la personalidad y engloba el cómo somos, como nos comportamos y qué es lo que nos gusta mientras que la personalidad son los rasgos psicológicos relacionados con nuestras emociones, pensamientos, creencias, etc.

La personalidad evoluciona con la edad por dos motivos. El primero está en el desarrollo y madurez de las áreas cerebrales relacionadas con la misma. La segunda está por los cambios, nuevas circunstancias y contexto al que nos enfrentamos conforme crecemos.

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