Conoce los tipos de conflictos más habituales y cómo resolverlos

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Curado por: Camilo Sáenz-Moncaleano, PhD

Camilo es un psicólogo con más de 12 años de experiencia académica. Actualmente se desempeña como profesor universitario y consultor en temas de alto rendimiento, bienestar y salud mental.

En este artículo hablamos de:

Los conflictos forman parte importante de nuestro día a día. Y es que los problemas son parte natural del ser humano, de su comportamiento cambiante y especialmente del mundo impredecible en el que solemos movernos. Es por esto que evitarlos, al menos en su totalidad, es casi imposible.

Es por eso que aprender cuáles son los tipos de conflictos que existen y la forma en la que se resuelven cada uno es de gran importancia para navegar nuestras vidas. A partir de conocer qué son los conflictos intrapersonales, conflictos grupales, etc., adquirimos las herramientas necesarias para hacer de los conflictos una oportunidad y no una amenaza. ¡Por eso, sigue leyendo! 

¿Qué son los conflictos?

Los conflictos son situaciones en las que una o más personas, o grupos, tienen diferencias e intereses incompatibles. De igual forma, los conflictos pueden ser situaciones donde existe un desacuerdo en decisiones, pensamientos, visiones o posturas.

Básicamente, es cuando las personas no están en la misma sintonía, sino que cada uno tiene su propia frecuencia, lo que puede generar fricción, problemas o desacuerdos. Dependiendo de qué tan grave sea el origen y el nivel de desacuerdo, será lo fuerte o complicado del conflicto.

De igual forma, debes de saber que existen distintos tipos de conflictos, los cuales pueden variar por su origen, sus consecuencias o su alcance. Y por supuesto, ya que estamos hablando de seres humanos, los conflictos también son cambiantes y dinámicos. 

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Aprender resolución de conflictos

La importancia de identificar los tipos de conflictos

Como ya mencionamos, existen diferentes tipos de conflictos, los cuales se clasifican según variables como cuál es su origen, qué es lo que los causa. En este sentido, saber identificar los tipos de conflictos resulta ser una clave importantísima para entenderlos y para saber cómo resolverlos. Ya que si no sabes de dónde nacen o por qué, las probabilidades de encontrar una solución adecuada se reducen.

Y es que no todos los conflictos se deben abordar de la misma forma, hay algunos que requieren atención, otros que se pueden ir dejando de lado y que se resuelvan solos. Así que, en la medida en que logras identificar adecuadamente los tipos de conflictos, te vuelves capaz de entender sus causas y poder atenderlas correctamente.

Piensa que el saber identificar los tipos de conflictos es como un superpoder que te dará la capacidad de salir airoso y ser capaz de llegar a las mejores resoluciones. Además, te ahorrará muchos dolores de cabeza.

Los tipos de conflictos más comunes

Para que entiendas cuáles son los tipos de conflictos y algunos ejemplos, ¡aquí te contamos más de cada uno!
 

Conflictos reales

Los conflictos reales, como su nombre lo indica, son los conflictos que existen, que ahí están, que se pueden identificar y que básicamente ya están constituidos. Son conflictos que están sucediendo, que no son abstractos, imaginarios o medio borrosos.
 
Un ejemplo perfecto de un conflicto real es el que sostiene industrias como la del petróleo con los defensores de la naturaleza y las actividades medioambientales. Otro ejemplo perfecto son los conflictos existentes entre sindicatos y empresas por los aumentos salariales.
 

Conflictos imaginarios

Contrario al ejemplo anterior, los conflictos imaginarios son aquellos que no existen y que se basan en suposiciones incorrectas, en ideas abstractas o incluso, en pensamientos. Esto debido a que no hay un problema, sino más bien, alguien lo está inventando o malinterpretando llevando a pensar que realmente existe un problema.
 
Este es uno de los tipos de conflictos más comunes, por ejemplo, en las relaciones personales como las de pareja, cuando una parte de la relación asume ciertas cosas y las toma como verdades absolutas, lo cual puede llevar a que se inicie un conflicto. Y esto no solo pasa en las relaciones, en muchas circunstancias podemos entrar en conflicto por cosas que no sabemos del todo, pero que asumimos que son de cierta manera y antagonismos con los demás.
 

Conflictos inventados

A diferencia de los conflictos imaginarios, donde no existen, pero esto puede ser debido a una confusión sin malas intenciones, los conflictos inventados son todo lo contrario. Aquí el problema fue inventado con el objetivo de causar dolor en la otra persona o grupo, o afectarlos de alguna manera.
 
Este tipo de conflictos surgen, ya sea, para desviar la atención de otros conflictos como causar problemas a alguien, por envidia, celos, etc. Un ejemplo perfecto es cuando te inventan historias o chismes de ti. Muchas veces esto se hace con el simple objetivo de generar un conflicto contra una persona o grupo, a sabiendas que no es cierto.

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Tipos de conflicto en las relaciones

Los conflictos en las relaciones se producen, más que por un problema real, por tensiones emocionales o diferencias personales entre dos o más personas. Un ejemplo perfecto lo encontramos en los noviazgos o en los matrimonios.

Aquí suelen surgir muchísimos conflictos por temas como los celos e inseguridades hasta problemas con posturas como el manejo del dinero y la repartición de los gastos. Situaciones en las que dos personas no logran ponerse de acuerdo en ciertos temas y esto lleva a más conflictos emocionales.

Conflictos grupales

Los conflictos grupales, como su nombre lo indica, surgen dentro de un grupo de personas. Para ser considerados como conflictos grupales debe existir al menos 3 o más personas involucradas, pues si no, podría considerarse como un conflicto individual.

Estos grupos involucrados pueden ser de todo tipo como lo pueden ser los grupos económicos, políticos, sociales, etc. Generalmente, este tipo de conflictos se ven motivados por intereses económicos, de poder, o por diferencias de posturas o ideologías.

  • Conflicto intragrupal

Los conflictos grupales de tipo intragrupal son aquellos que surgen dentro del mismo grupo entre los miembros que lo integran. Es decir, este tipo de conflicto es interno y se da por circunstancias propias del liderazgo, dirección y poder dentro del mismo.

Dentro de los sindicatos o los partidos políticos, esto es muy frecuente, pues muchas veces existen personas con visión distinta a la del líder o presidente. Esto provoca roces que pueden terminar en conflictos grupales como la división de la unidad grupal en dos o más facciones.

  • Conflicto intergrupal

Por otro lado, el conflicto intergrupal se da de forma externa y con otro grupo. Es decir, estos surgen cuando un grupo entre en problemas o tiene roces con otro, ya sea similar o incluso de un bando completamente opuesto, o incluso que no está relacionado.

Ejemplos de conflictos intergrupales hay muchos, tal es el caso de los problemas que pueden surgir entre fanáticos de equipos deportivos, empresas, gobierno y oposición, etc. Este tipo de conflictos grupales dependen del contexto y las condiciones externas para que sucedan.

Conflictos de intereses

El conflicto de intereses surge cuando personas o un grupo tienen metas o intereses distintos entre sí, mutuamente excluyentes. Es decir, un grupo o una persona busca llegar al punto B mientras que otros buscan llegar al punto A.

Los conflictos de intereses también hacen referencia a cuando el juicio y objetividad de una persona se ve afectado por sus intereses personales. Por ejemplo, cuando un directivo influye en una licitación solo porque su amigo está participando en la misma.

Conflictos éticos

Los conflictos éticos hacen referencia a aquellos tipos de conflictos cuyo origen está en tu moral y tu forma de decidir qué está bien y qué está mal. Como humanos, existen personas que suelen tener una moral más flexible y otras, una ética muy estricta.

Es esa subjetividad y ese juicio de valor variable lo que pueden originar los conflictos éticos y los roces por tener distintas visiones de lo que es y no correcto. Este tipo de conflictos integran desde posturas y pensamientos hasta la toma de decisiones.

Tipos de conflicto derivados del poder

El poder siempre será una de las constantes más frecuentes en los distintos tipos de conflictos. Así que, como su nombre lo indica, esta clase de conflicto surge cuando existe una disputa por ver quién ostenta el poder, autoridad o control.

Generalmente, este tipo de problemas suele surgir en grupos donde una persona, o grupo de personas son las que suelen coronarse con el título de líder. Es esa distinción la que provoca que no todos estén de acuerdo y al final, sé de un problema o una lucha de poder.

Conflictos según la cercanía de las posiciones

La posición de cada parte y su cercanía con la causa del conflicto son otra forma en la que se suelen clasificar los mismos. Esto debido a que la cercanía de las posiciones puede afectar la forma en la que el conflicto se desarrolla o se agrava.

Un ejemplo concreto lo vemos en los conflictos de poder o de intereses, pues entre mejor esté posicionada una parte, mayor será el potencial del conflicto y la complejidad para resolverlo.

  • Conflictos directos

Dentro de los tipos de conflictos por su posición tenemos a los directos en los cuales, las personas o grupos se enfrentan cara a cara. Aquí no existe ningún tipo de intermediario o de barrera entre ambas partes.

Cuando alguien acusa directamente a la otra parte se está dando un conflicto cara a cara, pues ya no hay tapujos, el problema tiene nombre y apellido.

  • Conflictos por proxy

En cambio, los conflictos por proxy suelen darse cuando existe un tercero que es usado para pelear en tu nombre. Es decir, cuando el conflicto se hace a través de otra parte y no de forma directa o cara a cara.

Un ejemplo perfecto de un conflicto por proxy es cuando mandas a alguien más, por ejemplo, a pelearse con otra persona. Los grupos de poder suelen utilizarlo a través de grupos de choque o vándalos a los cuales envían para generar conflicto, manteniéndose ellos en el anonimato u ocultos en las sombras.

Conflictos según el grado de confrontación

También podemos encontrar clasificaciones para los tipos de conflictos de acuerdo con la gravedad de los mismos y el grado de confrontación. No es lo mismo un conflicto de declaraciones que un conflicto armado o una guerra, por ejemplo.

Vale la pena considerar esta clasificación, ya que no puedes atender igual conflictos grupales que sean violentos que conflictos que solo se limiten a diferencias de opiniones.

  • Conflicto sin violencia

Describir los conflictos sin violencia es muy sencillo, pues se trata de conflictos donde las diferencias se limitan a comunicados, opiniones o expresiones en contra, pero que no van más allá.

Aquí el desacuerdo se expresa de forma oral, escrita o con acciones que no llegan a la agresión ni causan un daño directo en la integridad física de las personas. Únicamente se trata de desacuerdos expresados pacíficamente. Generalmente, estos conflictos suelen resolverse mediante el diálogo.

  • Conflicto con violencia

Los conflictos con violencia surgen cuando el conflicto escala a tal grado que se dan agresiones tanto físicas como verbales y psicológicas entre ambas partes. Para que esto suceda, usualmente se da primero un un conflicto sin violencia que se fue agravando más y más.

Imagina esos conflictos grupales de pandillas donde es tal la tensión que en un punto llegan a los golpes y las agresiones. Atender este tipo de conflictos es un auténtico desafío, pues aquí, muchas veces, ya solo se busca causar daño y dolor, sin una resolución pacífica.

Conflictos organizacionales

Los conflictos, organizaciones surgen en el contexto de empresas, grupos de trabajo, organizaciones como escuelas, equipos deportivos, etc. Estos suelen originarse por desacuerdos entre la visión o la toma de decisiones.

Ya sea que se den entre personas en la misma jerarquía o en distintos niveles, aquí podemos encontrar al poder y a los resultados como principales detonantes. También pueden darse entre distintos departamentos de una misma organización.

¿Cómo resolver los conflictos?

Si bien la resolución de los conflictos dependerá mucho de su naturaleza, su origen y el tipo, aquí hay algunos pasos que podrían ayudarte con ello:

  1. Primero debes identificar cuál de los tipos de conflictos es al que te enfrentas y quienes son las partes involucradas, así como cuáles son sus intereses.
  2. Posteriormente debes de mantener una comunicación abierta y honesta, permitiendo que ambas partes expresen sus puntos de vista, sentimientos, etc.
  3. Debes de ejercer una escucha activa y atenta en todo momento, ya que el prestar atención te dará indicios sobre el origen y la potencial solución al conflicto.
  4. Una vez sepas cuál de los tipos de conflictos es, por ejemplo, si son conflictos grupales o conflictos intrapersonales, puedes comenzar a buscar una solución teniendo en mente el beneficio para todas o la mayoría de las partes involucradas.
  5. Cuando tengas una solución potencial es necesario negociar con cada una de las partes para buscar llegar al mejor acuerdo.
  6. Si la negociación no funciona, tienes que pasar a un rol de mediador neutral con el conflicto para que los involucrados se pongan de acuerdo en qué solución se tomará.
  7. Por último, es recomendable dar seguimiento al conflicto posterior a su resolución para evitar que este vuelva a surgir.
 

Recuerda que los conflictos intrapersonales no se atienden igual que los conflictos grupales y que cada uno debe resolver según su tipo y lo que lo causó.

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¿Cómo aportar soluciones a los diferentes tipos de conflicto?

Para aportar soluciones que realmente sean útiles y ayuden a resolver los distintos tipos de conflicto es necesario adoptar una postura neutral. Es importante tener en cuenta que no se puede ser tanto juez como parte en la resolución de un conflicto, esto casi siempre llevará a que el conflicto no se pueda resolver o que su solución sea temporal.
 
De igual forma, debes ser lo más objetivo posible, teniendo en cuenta las posturas, intereses, opiniones y sentimientos de cada parte. Es importante que escuches a ambos antes de tomar una decisión o una postura.
 
Además, debes de buscar que exista un beneficio para ambas partes. Es decir, la solución que aportes debe de aportar lo mejor para cada involucrado. De esta forma, los dos estarán satisfechos y se evitará que el conflicto vuelva a surgir.
 

¿Quieres saber más acerca de los tipos de conflictos sociales y cómo solucionarlos? ¿Buscas apoyo psicoterapéutico?

Los conflictos intrapersonales son aquellos que surgen dentro de ti mismo. Es decir, conflictos por tu forma de pensar, por cómo te sientes, tus creencias, sé incluso, la manera en que te amas o tus propios traumas.
 
Aunque parecieran simples, los conflictos intrapersonales son de los tipos de conflictos más difíciles de resolver. Muchas veces, los mismos conflictos intrapersonales pueden derivar en conflictos sociales al impedir relacionarse con amigos, tener pareja, etc.
 
Para resolver estos conflictos intrapersonales e interpersonales, una de las mejores herramientas es la terapia. Y es que el apoyo psicoterapéutico te ayudará a identificar cuál es el origen del problema para así atender sus causas y resolver dichos conflictos, o incluso evitarlos.
 
En Selia encontrarás el apoyo psicoterapéutico que necesitas para aprender, identificar los distintos tipos de conflictos y saber cómo resolverlo. Serás capaz de resolver desde conflictos intrapersonales hasta conflictos grupales. ¡Y así mejorar tu vida significativamente!
 

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¿Cómo solucionar los conflictos? 10 estrategias

Existen diferentes estrategias que te ayudarán a resolver distintos tipos de conflictos, tanto conflictos grupales como conflictos intrapersonales. Aquí te contamos diez estrategias que pueden ser muy efectivas.
 

Aprende a escuchar

Muchos conflictos surgen de una falta de comunicación o de asumir cosas que no son ciertas. De igual forma, en la misma comunicación muchas veces está la resolución al mismo conflicto.
 
Es por eso que los expertos en psicología, como los que forman parte de Selia, destacan el papel que tiene el saber escuchar en resolver conflictos. La clave está en escuchar activamente a ambas partes para obtener información valiosa y útil en este proceso.
 

Identifica intereses en común

Aunque muchas veces pueda parecer que los conflictos grupales se originan porque dos o más grupos tienen intereses opuestos, ¡en realidad no es del todo así! Algunas veces pueden existir intereses en común que están ocultos.
Mediante estrategias como la escucha activa y el entendimiento, puedes explorar lo que cada grupo o parte del conflicto trae hasta encontrar intereses en común entre ambos. Con dichos intereses, ya tienes un punto de partida para encontrar la mejor solución.
 

Aprende a comunicarte adecuadamente

La comunicación asertiva juega un papel vital en la resolución de los distintos tipos de conflictos. Esto debido a que si no te sabes comunicar, puedes hacer que el conflicto se agrave aún más por un malentendido o mensaje incorrecto.
Es importante que, tanto tu punto de vista como las soluciones que quieras plantear, las comuniques con claridad y de forma adecuada. Lo mismo debes de hacer al momento de resolver cualquier objeción o duda.
Enfócate en la solución y no en el problema
 
Un error muy común cuando se está buscando resolver un conflicto es centrarse en ver quién tiene la razón y esto no debe ser así, ya que no es siempre posible cambiar la forma de pensar de forma automática y rápida. El tomar este enfoque hará que siempre haya alguien en desacuerdo y puede provocar que el conflicto crezca.
 
Lo que debes de hacer es centrarte en la solución. Una vez que conozcas la postura de ambas partes, entonces debes de enfocarte en buscar cuál es la solución ideal para los dos.
 

Manejo de emociones

Otro de los recursos más importantes, es la capacidad de gestionar las emociones. De seguro te has dado cuenta de esto, el papel de los sentimientos y las emociones en los conflictos es enorme. Es muy diferente tener una diferencia de opinión cuando todas las partes están discutiendo calmadamente, a cuando se escala la situación y hay alguien muy agitado gritando su punto de vista.
 
En este sentido, es fundamental que aprendas a reconocer, gestionar y controlar las emociones, sobre todo, las negativas, ya que esto ayudará a reducir las fricciones al resolver un conflicto. Además, de que ayudará a suavizar las posturas al empatizar con lo que siente cada parte, algo que siempre será de utilidad para la resolución efectiva de conflictos.
 

Haz que todos se comprometan

La mayoría busca que los problemas se resuelvan, pero sin tener que involucrarse en la búsqueda o implementación de la solución. Por ejemplo, imagina que se cae un puente que une dos poblados y uno deja que el otro se encargue de resolverlo sin ayudar.
 
Eso solo hará que la solución sea desigual, se fomenten rencores y el conflicto, o vuelva a surgir, o se agrave. Es por eso que debes involucrar a ambas partes en la resolución del conflicto. De esta manera se obtendrán soluciones a largo plazo y no simplemente compromisos temporales que no sobrevivirán al paso del tiempo.
 

Resuelve todas las dudas y sé claro

Muchas veces, cuando buscamos resolver un conflicto, suele darse confusiones, falsas expectativas sobre dicha solución o que simplemente no son del todo claras. Esto hace que, al momento de resolverse el mismo, puedan surgir inconformidades que den pie a que el conflicto vuelva a surgir.
Lo ideal es resolver todas esas dudas desde un inicio haciendo uso, por ejemplo, de la comunicación asertiva. Es importante, además, que seas claro y honesto con cada parte para evitar que surjan esas falsas expectativas.
Aprende de técnicas de negociación.
 
Como su nombre lo indica, las técnicas de negociación son estrategias que ayudan a las personas a mediar entre dos partes en conflicto para llegar a la mejor solución. Esto permite que la resolución sea mucho más rápida, que todas las partes queden lo más conformes posibles, y se llegue a un acuerdo que sea duradero.
 
Hoy en día existen un sinfín de talleres, libros, cursos y hasta videos en YouTube que te enseñarán distintas técnicas de negociación. Incluso en nuestros programas de terapia, puedes aprender dichas técnicas para resolver los conflictos que enfrentas en tu vida.
 

Apóyate de alguien más

A veces, el conflicto es tan grande que nosotros mismos no somos capaces de resolverlo, al menos no de forma individual. Allí es cuando debes de buscar la ayuda de alguien más, que tenga una postura neutra y confíes en que puede aportar en llegar a una solución.
 
No solo en los conflictos grupales es útil el tener ayuda. Cuando luchas para resolver tus conflictos internos, la ayuda de un profesional de la salud mental como los que integran Selia, puede hacer que resolver dichos conflictos sea menos doloroso y complicado.
 

Todo es un aprendizaje continuo

Recuerda que los conflictos son inherentes a la naturaleza humana, lo que hace que sean dinámicos y cambiantes. Es por eso que aprender a resolver los distintos tipos de conflictos que existen es algo igual de variable.
 
Ten una postura abierta al cambio y sé consciente que esto es un aprendizaje continuo en el que tendrás que ir practicando y aprendiendo sobre la marcha. Así, ganarás experiencia, habilidad y agilidad para saber cómo resolver cada conflicto que surja sin importar su origen, alcance o contexto.
 
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Preguntas frecuentes

¿Qué es un conflicto?

Un conflicto es una situación en la que surgen diferencias, problemas o roces entre dos o más personas, o grupos, por tener intereses, objetivos, valores, visiones o pensamientos incompatibles entre sí.

Los conflictos interpersonales son aquellos que surgen entre dos o más personas. Recuerda que estos son externos, a diferencia de los conflictos intrapersonales, los cuales son los conflictos internos a los que se enfrenta cada persona.

Los conflictos psicológicos son luchas internas que ocurren dentro de nuestra mente y pueden surgir por afrontar una disyuntiva a la hora de tomar decisiones, tener deseos opuestos, necesidades contradictorias o enfrentar dilemas morales y tensiones emocionales. Estos también forman parte de los conflictos intrapersonales.

Los conflictos psicológicos son luchas internas que ocurren dentro de nuestra mente y pueden surgir por afrontar una disyuntiva a la hora de tomar decisiones, tener deseos opuestos, necesidades contradictorias o enfrentar dilemas morales y tensiones emocionales. Estos también forman parte de los conflictos intrapersonales.

Los 5 principales estilos de manejo de conflictos que existen son:

Estilo complaciente: Abandonas tus propios intereses y te sometes a la otra parte.

Estilo evasivo: Evitas por completo el enfrentamiento.

Estilo competitivo: Buscas perseguir tus intereses sobre el del resto.

Estimo acomodativo: Eres capaz de ceder, en cierta medida, a los intereses de otras personas sin caer en la sumisión, sólo por comodidad.

Estilo colaborativo: Buscas una solución que sea un ganar-ganar para todos.

Los 7 pasos para resolver un conflicto son:

Analizar e identificar el tipo de conflicto.

Escuchar a ambas partes.

Buscar intereses en común.

Generar soluciones ganar-ganar.

Negociar o mediar entre ambas partes.

Implementar la solución.

Dar seguimiento a la misma.

Recuerda que los pasos pueden variar dependiendo de los tipos de conflictos, pues los conflictos grupales no se resuelven igual que los conflictos intrapersonales, por ejemplo.

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